11.23.2012

¿Libros o una botella de buen copete?



 Por Ajenjo

Nuevamente estuve de cumpleaños y mis amigos se vieron enfrentados a un gran dilema al momento de elegir el regalo queme llevarían: ¿un libro o una botella de copete?
Me he podido dar cuenta que en la vida hay dos cosas que me encantan: la literatura y el alcohol. Las dos cumplen con la misma función, que es sacarme de la realidad y llevarme a lugares mentales diferentes, donde generalmente soy más feliz que en el llamado “aquí y ahora”.
Mi hijo, que tiene once años de edad, sacó plata de sus ahorros y se fue a meter a una librería de textos usados. El, que conoce mis gustos a la perfección, le dijo al comerciante que deseaba libros de ciencia ficción.Me contó que justo su profesora de lenguaje (nuestro antiguo castellano), pasaba por el lugar y le aconsejó comprarme “Azazel”y “El hombre bicentenario”, ambos del gran Isaac Asimov. Me los entregó en papel de regalo y lágrimas de emoción cayeron desde mi cerebro al corazón.
En la tarde comenzaron a llegar mis alcoholizados y locos brother. Muchos llegaban con botellas y libros, asegurando que mis dos grandes deseos fueran saciados.
Una bella abogada me regaló “Los juegos del hambre”, de Suzanne Collins. Hace poco dieron la película y por suerte no la fui a ver al cine. Es que si primero veo el argumento en pantalla grande, después me cuesta mucho leer. Es como si alguien, con anterioridad, se imaginara los personajes y las situaciones y todo este gran juego de la imaginación se volviera fome.
Otra amiga apareció con Altiva música de la tormenta, de Camilo Marks. Medijo que el autor estaba más loco que yo, y se fue en medio de grandes carcajadas.Atrás mi brother médico me regaló “No al lucro”, de Alberto Mayol, que es un como un filósofo político que deja muyen claro cuál es el actual
cáncer de la sociedad.
Otra colega de pega, junto a su esposo, me obsequiaron un compilado de los cómic de los Freak Brothers, esos locos marihuaneros que apuntan a destruir los pilares mismos de la sociedad yanqui.
Uno de los títulos inquietantes me lo obsequió una periodista y un fotógrafo. Es un libro de Jon Ronson que se llama “¿Es Ud. un sicópata? " La contratapa dice que "es un viaje alucinante a través de la industria de la locura" y que postula que muchos que habitamos esta sociedad tenemos características sicóticas y que habría que reestudiar las definiciones de locura.
Eso me quedó más que claro en la fiesta de mi cumpleaños, cuando miré el comedor y pensé que se había quedado abierta la puerta de un manicomio y puros locos lindos habían llenado la sala para festejar un año menos de mi vida. Por eso, que en medio del vino y del ron, gritaba esa canción que el periodista de rock, René Cevasco (que no llegó al festejo), vociferaba en las calles en sus momentos de locura: “Alla va la muerte y me está esperando, allá va abajo en la enramada...”.

ajenjoverde@hotmail.com

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